La tele está mal, muy mal, y también está mal que lo diga yo, que no tengo ni puta idea de nada.
Yo ya no miro la tele, pero es que tampoco lo hace mi hermano, ni los chicos de mi barrio.
Creo que ni mi madre quiere mirar la tele. Lo hace, pero a desgana, pues lo único que le interesa es APM y En clau de vi (que ya no lo hacen).
Y es que Polònia ha desbancado al Telenotícies en mi casa, pues el modelo de periódico interpretado con un presentador con teleprompter le falta una vuelta de tuerca. Aunque reconozco que Raquel Sans es una crack y ojalá algún día yo aprenda a hacer lo que ella. Lo que la audiencia demanda ahora son los 30 minuts, los reportajes en profundidad de los temas que no tienen voz habitualmente en los mismos Telenotícies.
Todo esto amenizado con un modo de interacción que vaya más allá de mandar fotos y vídeos para ponerlos a posterior. Eso ya lo hacía Vídeos de Primera.
La integración de diferentes medios (radio, televisión, papel, Internet), con la comunicación más 2.0, aprovechando que hemos evolucionado y llevamos la información donde queramos. Somos ubicuos, pero intentan que sigamos unos caminos marcados, unos patrones. Pues a mi no me da la gana.
Pero claro, poniendo a Espartac Peran como presentador fetiche estrella de la nueva temporada de la tele en TV3, lo único que se consigue es que la audiencia sea mi abuela. Que está bien, pero no podemos basarnos en un grupo de gente con tiempo libre obligatorio para conseguir audiencia. ¿Queremos una audiencia basada en un colectivo afable y generoso sin queja? Si, pero yo también quiero ver a mi colectivo en los medios. La generación LowCost. También quiero que mi amigo Jordi tenga el colectivo representado.
PD: Por cierto, ¿cuándo el corrector me dejará poner Internet todo en minúscula? Es como poner Televisión en mayúscula… Cuando tampoco lo merece.
AUDIO SPOTIFY: Robyn – Crash and Burn Girl
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